Invasión de EUA a Panamá repite Guernika
Hace 28 años, en 1989, el 20 de diciembre, EUA invaden Panamá... nuestro compañero Raúl Leis, para quien preservar la memoria histórica de los pueblos era una tarea indispensable, asocia el bombardeo al de Guernica, durante la guerra civil española en este texto que es importante leer siempre, pero sobre todo en esta fecha... (por Oscar Jara en Facebook)
Guernika y El Chorrillo
Raul Leis Romero*
La villa que los vascos llaman Gernika y los castellanos Guernica, era un apacible poblado español de 6 mil almas que el día de mercado recibía la visita de varios miles más, los labriegos de los alrededores que comerciaban con queso y cabras. El 26 de abril de 1937 era, precisamente, uno de esos días de mercado y en las primeras horas de la tarde, 20 aviones descargaron 30 toneladas de bombas de 250 kilos y artefactos incendiarios, además de ametrallamiento a la población civil, que destruyeron al 25% de la villa. El fuego no tardó en arrasar el 75% restante de esa pequeña ciudad de casas de techos de tejas, pero de entramados de madera que bordeaban estrechas callejuelas; 271 casas quedaron destruidas. Las tuberías de agua fueron afectadas y los bomberos insuficientes para contener los siniestros.
El barrio que los panameños llamamos El Chorrillo, era una comunidad de 15 mil personas, ubicada en el corregimiento del mismo nombre. En la medianoche del 20 de diciembre de 1989, un número aún no determinado de helicópteros de guerra Cobras y Apaches, aviones, buques de guerra, cañones en tierra, bombardearon, ametrallaron e incendiaron el barrio, mientras que sus moradores dormían. Un 40% de sus habitantes eran menores de edad.
El sismógrafo de la Universidad de Panamá registró 442 explosiones significativas en las primeras 12 horas de la invasión, es decir, una explosión cada dos minutos. Esa noche la mayoría de las explosiones provinieron de El Chorrillo. Casi todas las casas eran de zinc y de maderas viejas. Se calculan en 4 mil el número de unidades de viviendas que fueron destruidas o afectadas. El área directamente bombardeada fue el Cuartel Central y sus aledaños, el fuego consumió el resto del barrio. Las tuberías de agua fueron inutilizadas y los atacantes no permitieron entrar a los bomberos a cumplir con su labor.
En Gernika era de día y existían siete refugios para la población civil. En El Chorrillo era de noche y no existía un sólo refugio. En Gernika se calcula la población de ese día (con los visitantes) en 10 mil; en El Chorrillo, cerca de 15 mil personas. Gernika fue tomada por las tropas franquistas tres días después, y la historia oficial afirma que los muertos fueron cien personas. Datos de las autoridades municipales de la ciudad estiman en 1645 los muertos y en 889 los heridos, pero lo cierto es que el gobierno de Franco nunca se esforzó por aclarar el asunto para quitarle peso a lo sucedido. En Panamá, este dato no se conoce con exactitud. Se ha hablado de 100, 200 y hasta 600 muertos, pero hay organizaciones de derechos humanos que calculan la cifra total de bajas entre dos y cinco mil muertos, y miles de heridos. No se ha realizado una investigación veraz e independiente de las bajas panameñas durante la invasión.
España estaba en guerra civil. Las tropas franquistas (con apoyo del eje nazi fascista) no habían podido tomar Madrid. En 1937 se vuelcan hacia el frente norte que incluía el país vasco. Gernika no tenía significación militar alguna. Destruirlo significaba un escarmiento y un símbolo para la rendición de los vascos y de la república española en general.
Panamá vivía una profunda crisis. El país se polarizaba entre una creciente oposición y un gobierno cada vez más autoritario. Noriega, ex colaborador de inteligencia de los EUA, se aferraba al poder, mientras que el país sufría un cerco económico que lo había desangrado en más de dos mil millones de dólares. El gobierno estadounidense aprovechaba esas contradicciones para asegurar sus intereses geopolíticos, económico y militares en el istmo. El Chorrillo era un barrio histórico de trabajadores, surgido como barracas para los obreros del canal, pero antes en 1671 el chorro de agua que manaba del Cerro Ancón fue un factor importante para el traslado en la ciudad de Panamá, destruida por las hordas del pirata Henry Morgan. Los invasores tenían que aniquilar el símbolo del poder militar y éste era el Cuartel Central de las FFDD, situado en el corazón de El Chorrillo, aunque sabían que Noriega no estaba allí; aún así tomaron como blanco principal para su demostración de fuerza un cuartel densamente rodeado de población civil. No se permitió la entrada de bomberos o asistencia médica en las horas del ataque.
Los franquistas en España, primero negaron la destrucción de Gernika, y luego se la endilgaron a los mineros asturianos, los "gudaris" vascos y los comunistas, acusándolos de quemar la villa, pero quedó en claro que en la lucha por el poder en la que se encontraba España, los falangistas españoles pidieron y aprobaron el bombardeo de su propio país por parte de la aviación extranjera. En Panamá una de las "versiones oficiales" de los hechos es que paramilitares panameños quemaron El Chorrillo.
Gernika expresa lo terrible de la inhumanidad de bombardear o destruir a una población civil indefensa. El Chorrillo expresa lo mismo. Cierto es que las circunstancias son muy diferentes entre 1937 y 1989, entre Gernika y El Chorrillo, pero hay similitudes aleccionadoras. Doce años después la reflexión sobre estas tragedias nos deben llevar a construir tesoneramente una democracia real levantada sobre un desarrollo integral, y sobre la insustituible capacidad de autodeterminación nacional. ¡Nunca Más!
*Raul Leis Romero (1947-2011) fue un sociólogo, político e escritor panameño. Cinco veces ganador del premio Ricardo Miró; ganador del premio de prensa de la revista Plural de México y Nueva Sociedad de Venezuela. Fue miembro fundador del Colegio Nacional de Sociólogos y dirigió por 10 años la revista Diálogo Social.