"América está de vuelta": Biden inaugura lema de su política exterior con bombardeo a Siria
El ataque estadounidense no fue autorizado por el Congreso, y su justificación fue que era necesario proteger a las tropas estadounidenses en Irak
“America está de vuelta”, es la consigna de política exterior del nuevo gobierno de Joe Biden con el objetivo de recuperar la “autoridad moral” (si es que alguna vez existió) y el “liderazgo mundial” y con ello regresar a algo antes llamado “normalidad”.
Aparentemente eso incluye cosas como bombardear a Siria. Fue, según la versión oficial, respuesta a un ataque por milicias respaldadas por Irán contra instalaciones estadunidenses en Irak. De hecho, era tan “normal” la acción que algunos comentaron como si era de esperarse ese rito de cada nuevo gobierno mostrando que es “duro”, o como escribió Charles Pierce en Esquire con tinte sarcástico, “no eres realmente presidente de Estados Unido hasta que has hecho que algo estalle en Medio Oriente”.
El ataque estadunidense no fue autorizado por el Congreso, y su justificación era que era necesario para proteger tropas estadunidenses en Irak, tambien ahí sin autorización. O sea, todo es técnicamente ilegal, pero tan normal que solo es una más de múltiples “operaciones antiterroristas” por las fuerzas armadas estadunidenses que se han llevado a cabo en 85 países solo desde el 2018

Flickr | Joe Biden
"América está de vuelta", es la consigna de política exterior del nuevo gobierno de Joe Biden
Otra guerra, la que dicen que es contra el narco, sigue llenando a las prisiones y condenando a generaciones de gente pobre a la violencia en Estados Unidos como también en Afganistan, Colombia, y México entre otros “frentes”. Siguen hablando igualito que cuando se inauguró hace casi medio siglo, o sea, lo normal. Pero Virginia ya se sumó a 15 estados más en Estados Unidos en legalizar la mariguana (el primero en el sur), nutriendo la esquizofrenia entre un gobierno federal que continúa llevando a cabo sus operaciones internacionales manchadas de sangre y corrupción mientras sus ciudadanos -y nuevos empresarios- gozan cada vez más de manera legal a esa “droga”.
En otra guerra interna, los supremacistas blancos y neo-Nazi que siguen siendo soldados de Trump están ahora amenazando “hacer estallar” al Capitolio con la intención de matar a decenas de legisladores cuando el presidente Biden se presente para su primer informe del “Estado de la Unión” a principios de marzo, reveló el jefe interino de la Policía del Capitolio. Esa guerra interna, parte de la cual tiene raíces con la primera guerra americana, sigue amenazando al país.
Ah, y hablando de guerras e impunidad, resulta que el gobierno de Biden no castigará al autor intelectual, según la conclusión de fuerzas de inteligencia estadunidenses, del delito de secuestrar y descuartizar al periodista Jamal Khashoggi. Y es que el responsable es el príncipe saudita Mohammed Bin Salman y jefe de ese gran gobierno aliado y líder en democracia, derechos humanos y libertades civiles de Arabia Saudita.
Aun con cambios potencialmente significativos, siguen muy presentes ecos de lo que era “lo normal”, incluyendo los más antiguos de la primera guerra americana, la que se libró contra sus pueblos indígenas. Algunos de los descendientes de los conquistadores sometieron a la congresista Deb Haaland a un interrogatorio cuestionando su “entendimiento” del manejo de los recursos naturales y acusando que era una “radical” durante audiencias en el Senado para ratificar su nombramiento como secretaria del Departamento del Interior - la primera indígena nominada para ocupar un puesto en un gabinete presidencial en la historia del país. Si es aprobada, la experta ecologista especializada sobre el impacto de los combustibles fósiles estará encargada de tierras bajo control federal (casi una quinta parte del territorio nacional) incluyendo las reservaciones indígenas.
“Una mujer indígena está por encabezar una secretaría que una vez fue encabezada por un hombre quien declaró que su misión era “civilizar o exterminar” a los pueblos indígenas. Hay gran ironía cuando republicanos ahora están describiendo [a Haaland] como una amenaza existencial a su manera de vida”, comentó Crystal EchoHawk, activista indígena y directora de IlumiNative.
Algunas cosas ya no son, nunca deberían ser, normales.
David Brooks, corresponsal de La Jornada en Nueva York
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