España arde por los cuatro costados. Es uno de los países europeos con el mayor número de incendios forestales activos
Y en Europa se calcula que el total de tierra arrasada por los incendios forestales ya supera los 520 mil hectáreas, según el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS), lo que superaría los registros del año pasado
Clara Ruizcorta vive del cultivo de las abejas, con las que produce miel en una tierra en la que además tiene una red de explotaciones agroalimentarias, y su lamento es ensordecedor: “Lo perdimos. El fuego se llevó más de veinte años de nuestra vida y a Dios gracias que estamos vivos”.
Su tierra, en el corazón de uno de los incendios más agudos en España, se volvió en menos de una semana en cenizas y madera chamuscada. Y el drama crece sin control en todo el país, en donde ya se calcula que el saldo de la devastación asciende a 190 mil hectáreas arrasadas, el peor dato desde hace 25 años, y que muchos atribuyen, incluido el gobierno español, al cambio climático y a sus efectos devastadores en el medio ambiente.
España arde por los cuatro costados. Es uno de los países europeos, junto con Francia, Portugal e Italia, con el mayor número de incendios forestales activos. El saldo provisional ya vaticina un año histórico, quizá el peor del último cuarto de siglo y con el agravante de que además ya han fallecido dos personas en la lucha contra la extinción del fuego.
De Madrid a Galicia, de Castilla y León a Murcia, de Andalucía a Cataluña o de Extremadura al País Vasco, en todo el país hay al menos una constante: una estela de humo que ennegrece todo el cielo, que emana el mismo olor a tierra quemada y que genera desolación, muerte y destrucción allá donde pasa.
Sólo en España, uno de los países donde se han registrado las temperaturas más altas en las últimas décadas, se calcula que el fuego ya ha arrasado más de 190 mil hectáreas en un total de mil 785 incendios, según los datos de la Asociación Española de Meteorología y el Tiempo (AEMT).
Y en Europa se calcula que el total de tierra arrasada por los incendios forestales ya supera los 520 mil hectáreas, según el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS), lo que superaría los registros del año pasado, en el que sólo hubo una ola de grandes incendios en toda la región, pero sobre todo en Italia y Grecia, en los que se arrasaron un total de 470 mil hectáreas.
De hecho si la tendencia se mantiene, el EFFIS vaticina que este año se registrarán los peores incendios de la historia y superará en los anales a los de 2017, en el que hubo un total de 988 mil hectáreas destruidas, lo que representa en un símil territorial al total de la geografía de un país como Líbano.
Uno de esos incendios, en un pequeño pueblo de la sierra del parque natural de Monfragüe, en la provincia de Cáceres y donde crecen a diario en sus dehesas (terrenos extensos y acotados dedicados al pasto de ganado) centenares de miles de cerdos ibéricos y toda la fauna y la flora que se cultiva en este país, es también donde tenía Clara Ruizcorta sus abejas. “Habíamos invertido decenas de miles de euros, muchos años de trabajo sin descanso y todos nuestros sueños estaban depositados ahí. Y de un día para otro está quemado, no hay vida y nosotros no sabemos ya ni qué hacer ni a dónde ir a pedir ayuda”.
En uno de los viajes del presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, a la zona del desastre su balance fue nítido y responsabilizó de todo al “cambio climático”: “Quiero trasladar una evidencia: el cambio climático mata. Mata personas, mata nuestro ecosistema, nuestra biodiversidad y destruye los bienes más preciados del conjunto de la sociedad que se ve afectada por estos incendios, sus casas, sus negocios o su ganado”, aseguró.
Los ganaderos, los criadores de pequeños comercios como el de Clara o los agricultores de las regiones afectadas, que también señalan como detonante de la tragedia colectiva a las altas temperaturas, advierten que ha habido una serie de fallos anunciados, que ellos mismos denunciaron y que nadie les escuchó, sobre todo las autoridades comunitarias de Extremadura, Castilla y León y Cataluña.

t.co
España arde por los cuatro costados.
Los profesionales de la Asociación de Trabajadores de Incendios Forestales coinciden en criticar la falta de previsión, la ausencia de políticas públicas en los meses de frío para evitar los incendios, sobre todo las acciones de limpieza del monte y la creación de cortafuegos artificiales, que en los últimos años han ido desapareciendo por imperativo de la doctrina de las organizaciones ecologistas.
“En vez de tener un operativo público, serio, formado, bien dotado y con un protocolo de seguridad que trabaje durante todo el año, contratan a jovenes en verano y luego rezan para que llueva. Eso es lo que hace el gobierno y se olvidan de que lo más importante es el trabajo preventivo; las podas y de que las labores de silvicultura son la clave para combatir el fuego en verano, cuando suben las temperaturas y aumenta el riesgo, porque los incendios se apagan en invierno”, señalaron.
Desde el EFFIS se advierte que “la situación es aún peor de lo que proyectamos, aunque esperábamos anomalías de las temperaturas gracias a las previsiones (meteorológicas) a largo plazo, pero la ola de calor es determinante y está claramente ligada al calentamiento climático. Sabíamos que iba a ser un año difícil y proyectamos que esto siga y ni siquiera estamos en la mitad de la temporada de incendios”, afirmó el vocero de la EFFIS, Jesús San Miguel.
Todos los años se producen numerosos incendios forestales en España, afectando muchas veces a Galicia y a parte de Castilla y León, pero lo que está aconteciendo este verano con numerosas regiones de la Península afectadas es algo inusual. Según los expertos, esto puede constituir un récord tanto en número como en lugares en los que es casi insólito que se produzcan, ya que las llamas están arrasando desde Lugo hasta la sierra de Mijas y el territorio afectado se eleva a casi 190 mil hectáreas con un total de 1785 incendios, considerando como tales aquellos de más de una hectárea quemada, lo que supone cuatro veces más que la media de julio entre 2006 y 2021.
Según el Ministerio de Transición Ecológica, se consideran “grandes incendios forestales” aquellos en los que la superficie quemada supera las 50 hectáreas. Este año los mayores incendios forestales registrados en España han sido el de la Sierra de la Culebra (Zamora), el que se inició en el parque natural de Montesinos (Portugal) y se desplazó también a la provincia de Zamora del 28 al 31 de enero, el de Roses (Girona) entre el 21 y el 22 de febrero y el de la malagueña Sierra de Mijas, que duró cuatro días y donde se quemaron dos mil hectáreas. Además de los que han afectado a otras zonas de Cataluña, Aragón, Extremadura y Andalucía.
Y el drama, que ya tiene datos de antología, está en el ecuador del verano, con lo que se vaticina que otros miles de agricultores, como Clara Ruizcorta, perderán sus proyectos de vida, sus tierras se volverán cenizas y habrá llanto y desolación en lugar de miel y vida.
Armando G. Tejeda, Corresponsal de La jornada en Madrid
Las opiniones expresadas en este artículo no reflejan necesariamente la opinión de Diálogos del Sur