Mil días de incompetencia Mil días de terror
Mil días de incompetencia llevaron el país a la estanflación. Más que recesión lo que hay es estancamiento económico con inflación, que pesa más en la mesa del pobre
Terror de ser internado y ser atendido por uno de los médicos negacionista en un hospital que
quiera hacer de la gente una cobaya.
Terror de estar en el trabajo y recibir una carta de cesantía. ¿Y ahora?
Terror de estar desempleado y no ver perspectiva alguna que pueda mejorar la economía.
Terror de ver el dinero desaparecer, comprando cada día menos comida y dejando de pagar las cuentas.
Terror. El símbolo de una sociedad en surto de depresión.
De la recesión al estancamiento
Mil días de incompetencia llevó el país a la estanflación. Más que recesión, lo que hay es estancamiento económico con inflación, que no es poca y pesa mucho más en la mesa del pobre. La recesión económica viene desde 2014 y ahora la economía paró de una vez, por eso estanflación.
La meta de los gestores de la economía, a servicio del mercado financiero, es mantener la inflación por debajo del 5%. Tuvieron que admitir que está en torno del 10%. Eso en el mundo de ellos, en la Isla de la Fantasía en que transformaron la capital federal. La realidad de quienes van a comprar en los supermercados es otra.
El salario promedio del brasileño de R$ 3.085,21 en el 2020, cayó a R$ 2.975,74 en el 2021, y ya no alcanza para una canasta básica, alquiler, transporte, combustible, gas de cocina, las cuentas de agua y electricidad, médico, hospital, medicamentos, que son precios que deberían ser administrados. Principalmente los alimentos.
Los alimentos aumentaron 14%, pero la carne bovina tuvo que desaparecer de la mesa, 30% más cara; los combustibles aumentaron 41.3% en los últimos 12 meses. El diésel, que ya estaba fuera de la realidad, acaba de ser aumentado en más 9%. Aumenta el diésel, aumenta el costo del frete e incide en todos los precios.
Agência Brasil
El salario promedio del pueblo brasileño era R $ 3.085,21 en 2020 cayó a R $ 2.975,74 en 2021
Combustibles y la realidad hipócrita de Petrobrás
Petrobras, de empresa integrada abarcando todo el ciclo del petróleo, la están transformando en una gran financiera para dar lucro a los accionistas. Quieren que sea exclusivamente exploradora y exportadora de petróleo bruto.
Vendieron a precios viles refinerías, astilleros, terminales marítimos, industria petroquímica, transportadora, oleoductos y gasoductos, distribuidora y venta al consumidor. Vendieron cosas que no les pertenecen. Pertenecen al pueblo.
En un gesto hipócrita, haciéndose pasar por bueno, el gobierno informó que destinará R$ 300 millones para subsidiar el gas de cocina para 400 mil familias. Eso en un universo de 66 millones de consumidores. La bombona con 13 Kg de gas, con promedio de precio en torno de R$98, en la ciudad de São Paulo, por ejemplo, no se compra por menos de R$ 100. En enero de 2020 su precio era R$ 70.
Hambre e inseguridad alimentaria
Titulares terroríficos de uno de los diarios señalaba que los precios de los bienes esenciales tuvieron aumentos de hasta 500%. Absurdo, pero es así. Cosas que no pueden faltar, como harina de trigo 77.9%; Arroz 70,7%; Jabón en polvo 71,3%; Frijoles 126,8%; Sal refinado 144,2%; jabón de baño 218,2%; Leche integral UHT 408.3%; dentífrico 578%.
Los expertos recomiendan consultar con anterioridad entre los diversos vendedores por el mejor precio. Pero ¿dueña de casa tiene tiempo para eso? El individuo que trabaja no tiene tiempo ni para ir al almacén más cercano, pues pierde horas en el transporte.
Reportaje de UOL Economía, publica una investigación hecha por la Rede Penssan, hecha en fines de 2020, que revela que 117 millones de brasileños sufrían algún tipo de inseguridad alimentaria y 19 millones sufrían hambre en un país de 213 millones de habitantes.
El escándalo de Prevent Senior
Terror en el escándalo de la Prevent Senior, administradora de plan de salud, que dejó en pánico una población de 542 mil personas. Es mucha gente. Entraron en el mercado ofreciendo planes de salud hasta 40% más barato que el mercado. Ha atraído principalmente personas mayores de 60 años que ya no tenían como pagar los altos precios para ese grupo etario. Fue la única operadora que creció durante la Pandemia de Covid. Con prisa la gente no fue a verificar quienes estaban por detrás de esa empresa. Ahora se sabe que se trata de amigos del presidente Jair Bolsonaro, apologistas del nazismo. Eso explica porque hacían pruebas con medicamentos sin consultar a los pacientes.
Para el senador Otto Alencar (PSD/BA), lo que está siendo revelado en la CPI de la Covid es un caso de “eutanasia disfrazada”.
Eutanasia, más que disfrazada, programada.
Previsión y salario mínimo
Incompetencia en la gestión de la Previdencia. Prefieren ver la población muerta que administrar la previdencia social. Compran equipos médicos y dejan vencer sin utilizar. Son 600 mil muertos por Covid, gran parte mayores de 60 años, jubilados, que ya no cobran de la previdencia.
La gestión incompetente de la economía genera riqueza únicamente para los 10% y aún más para los 10% de esa minoría. Nosotros somos los 90% capaces de generar riqueza. Riqueza se produce con inversiones en educación, trabajo y empleo.
Salario Mínimo, jubilaciones y pensiones, con valores congelados o ajustados debajo de la inflación. Eso vale para la población civil. Ya la población militar gobierna en causa propia; los militares retirados cuestan 17 veces más que los millones de jubilados del INSS.
Solo el agronegocio no sustenta al país
Agronegocio es importante, pero no sustenta un país del tamaño y con la población de Brasil. En realidad, ningún país. Pequeñas y medianas propiedades son las que producen alimento. Producción industrial y servicios es que generan empleo. La industria de la construcción, por ejemplo, es la que tiene mayor efecto multiplicador en la economía. Para construir un edificio, una casa, se mueven todos los sectores de la economía: de la minería a la siderurgia y una gama enorme de manufacturados, que para llegar a las manos del consumidor movió comercio, bancos, financieras. Sin contar la cantidad de mano de obra que se necesita en cada una de las etapas.
Roosevelt sacó Estados Unidos del abismo con su New Deal privilegiando a la construcción civil. Más recientemente, hubo el tremendo salto alcanzado por el desarrollo de China, por décadas creciendo 10% o más, privilegiando, claro, la construcción civil.
El crecimiento de la economía tiene que ser mayor que el crecimiento demográfico, sostenible, o sea, sin parecer una montaña rusa. Y tiene que ser vigoroso, como el de China, por encima de los 10% al año, porque aquí en Nuestra América, como era antes en China, el retraso es de muchas décadas.
La política agrícola tiene que priorizar la seguridad y soberanía alimentar. Eso en primer lugar. El agronegocio es para los excedentes agrícolas y tiene que ser planeado para que no ocurra la devastación histórica de las fronteras agrícolas.
El agronegocio está sujeto a las intemperies -lluvia en demasía ahoga, pudre; sequía mata a los vegetales. Y hay también algunas plagas. Aquí, entre nosotros, la mayor plaga aportada por el agronegocio son los llamados defensivos agrícolas, agrotóxicos, venenos esparcidos sobre plantaciones ecológicamente correctas y sobre ciudades y aldeas indígenas.
¿Quién dicta los precios de los productos básicos?
Otro problema, es que los que dictan los precios de las commodities son las grandes trades internacionales que controlan las bolsas de futuro donde son negociadas las zafras. Lo mismo ocurre con los minerales. No es quien lo vende que le pone el precio al mineral bruto que es exportado. Son las grandes corporaciones. Vea, por ejemplo, una noticia sobre una posible quiebra de una grande empresa de ingeniería y construcción china, que ni siquiera llegó a confirmarse, derrumbó el precio del hierro y las acciones de la Vale, la mayor predadora mineral del planeta.
Brasil ultrapasó los Estados Unidos como mayor productor y exportador de soya. Soya en grano. Commoditie. China es la mayor compradora de soya y de mineral de hierro. Los chinos compran nuestro mineral y lo venden en Estados Unidos como el mejor acero a precio competitivo. Brasil exporta el mineral, dejó de fabricar los rieles para comprarlos de China. ¿Es o no es un absurdo?
A donde van "nuestros dólares"
Dólar en las alturas. Cotizado en R$ 4,20 en febrero de 2020, está hoy en torno de R$ 5,40. ¿Dólar alto a quién favorece?
El agronegocio sigue superando récords de producción. Exportó nada menos que US$ 260 mil millones en 12 meses. ¿dónde está ese dinero?
Según el Instituto de Economía de la FGV, por lo menos unos US$ 46,2 mil millones siquiera ingresaron al país. Quedaron en el exterior. Y, el dinero que ingresa, ¿hacia dónde va?
Ese va para comprar agrotóxicos, fertilizantes (están 100% más caros), automóviles de lujo, aviones, yates, apartamentos en condominios de lujo que permanecerán cerrados, apartamentos en Miami y lo que sobra va alimentar al casino global. Dinero para hacer más dinero, o, en algunos casos, para extender la frontera agrícola, derrumbando y quemando florestas para sembrar más granos de exportación.
Ningún centavo para la salud, ningún centavo para la educación. La Bolsa Familia se transformó en monedero. Debería ser de por lo menos R$ 600 para cada miembro de una familia, está en R$ 120 y para menos gente.
Amazonia y pueblos indígenas
Mientras tanto, dale invasión predadora en la Amazonía: incendios, derrumbada y exportación ilegal de la madera, cata de oro ilegal, asedio y hasta crímenes de muerte contra las poblaciones ribereñas, quilombolas e indígenas. El Tribunal Penal de Haya está con noticia crimen para condenar al capitán que ocupa la presidencia de la República por genocidio de los pueblos indígenas, crimen contra la humanidad.
El Ministerio del Medio Ambiente, que debe cuidar de la Amazonía, de los R$ 1,7 mil millones de que disponía en 2014, bajó para R$ 647 millones en 2020. En compensación, los gastos con los militares en la Amazonía aumentaron 178%, pasaron de R$ 140 millones en 2019 para R$ 389 millones en 2020. Resultado: el derrumbe de la floresta se mantuvo por encima de 10 mil km.
Y dale incendio en el Pantanal. Muy grave el cambio en el ecosistema del Pantanal. Ya casi ha secado el río Paraguay, vital para el pueblo paraguayo, tanto como fuente de vida como de transporte. Igualmente, el río Paraná está perdiendo navegabilidad en Argentina. Barcos mayores ya no navegan.
Y dale con sequía en regiones tradicionalmente húmedas, como la región de Ribeirão Preto, que ha sido un gran productor de alimentos; hoy es un mar de cana disputando con un océano de soya. Sequía e incendio provocando oscuridad al medio día, sea con nube de humo sea con nube de polvo.
Y dale con las tierras indígenas. Dale con desertificación.
La muerte de ríos y ciudades como las provocadas por el rompimiento de las presas en Mariana y Brumadinho. El Río Doce, sigue irrecuperable. El Río São Francisco, río de la integración nacional, ya no logra cumplir con su misión.
Y dale con gente muerta por la violencia del Estado. 50 mil muertos por violencia según datos del Ministerio de Justicia. Los números más altos de víctimas ocurrieron en Ceará (45,2%), Bahía (44,9%), Sergipe (42,6).
Son las víctimas de esa guerra civil, del Estado contra el pueblo iniciada en 1500. Guerra hoy comandada por las fuerzas armadas que abdicaron de la soberanía para someterse al Imperio. Nada diferente de las tropas de los conquistadores que desde hace 200 años practican el mayor genocidio de la historia. 70 millones de muertos solamente en la fase de la conquista. Todo sigue igual. Por eso la lucha es por la liberación nacional.
Paulo Cannabrava Filho, Periodista latinoamericano director de la revista virtual Diálogos del Sur