Ya comenzó la campaña electoral de 2022: todos lanzan candidatos que no se elegirán
Mientras todo tipo de locura ocurre en Brasil, trece áreas del Pré-Sal son llevadas, a precio de bananos, por empresas extranjeras, pero nadie se importa.
La TV Globo, descaradamente, lanzó su presentador, el millonario Luciano Huck como candidato a la presidencia de la República. Él ya está recorriendo tierras desconocidas, o sea, rincones que las élites desconocen y desprecian. ¿Qué es lo que sabe él de política o de administración pública? No importa que nada sepa. El importante es capturar el poder. Dinero, sí importa. E con la Globo y el dinero, el presentador tiene un tremendo recurso para entrar en el juego.
El partido Podemos, que se dice el partido de la Lava Jato, está mirando la candidatura del ex juez y hoy ministro de Justicia y Seguridad Pública, Sergio Moro. El Cambia Senado, Cambia Brasil, movimiento creado por Oriovisto Guimarães, uno de los estrategas del Podemos, también está se articulando por Moro. Si no resulta, ¿por qué no el ex fiscal general Rodrigo Janot, que está conquistando púbico y media? Después del libro en que confesó que casi le baleó en el supremo, al ministro Gilmar Mendes, está acumulando recurso electoral.
Lo más probable es que, como en la elección anterior, el Podemos lance candidato el banquero João Amoedo, el que fundó el partido con el apoyo de todos los banqueros. Es el partido de los bancos. Estos no duermen mientras trabajan. Han creado el partido y anunciaran que ejecutan una estrategia de largo plazo, de construir y preparar las bases para llegar a la captura do poder. Por eso mismo, en el Congreso es un partido oficialista sea quien sea el gobierno, y le presta el apoyo de sus diez diputados.
Toda la locura en que el país está sumergido y que detallamos luego, solo está a beneficiar y haciendo crecer una persona. Sí, eso mismo, Lula, el preso político más notable del mundo.
Bajo su paraguas, Fernando Haddad ya se lanzó como candidato, teniendo a su lado el gobernador de Maranhão, Flávio Dino como Vice. Grabaron un video se autoproclamando candidatos de la coligación PT-PCdoB sin la previa autorización de esos partidos.
Ciro Gomes, del PDT, desde 2017 está en campaña con el discurso de que es el candidato de la oposición.
Y el Centro (¿qué centro?) está saliendo de la perplejidad post electoral, pero no se encuentra.
El centro se ha tornado una cosa estigmatizada. Parece que el centro es el sujeto que no quiere tomar posición. El país está fragmentado en pautas secundarias”, dijo acertadamente el ex presidente de la Cámara de Diputados, Aldo Rebelo, ex PCdoB, ex ministro de los Deportes, Ciencia y Tecnología y ex ministro de Defensa en los gobiernos Lula y Dilma. No se puede negar que él tiene sabiduría política.
Palácio do Planalto
Facha presidencial
Realmente, el país está fragmentado y las pautas son inteligentemente indicadas y maniobradas por el poder. Mientras el Centro, la Derecha y la Izquierda se fragmentan y discuten el color de los calzoncillos del capitán del gobierno de ocupación, el equipo de Paulo Guedes, en el comando de la Economía, pisa en el acelerador de las reformas contra el pueblo y de entrega de las riquezas del país.
Bueno, es cierto que eso, realmente, facilita e incita a la polarización entre el gobierno de ocupación y el PT, la única fuerza aún organizada.
El PT, históricamente, asegura 30% de los votos en una elección. El gobierno y su coligación tiene condiciones de asegurar los 30% con que han sido electos en 2018. Otros 30% serán atomizados entre los más de diez partidos que estarán en la disputa. Así estará garantizada la primera vuelta de la elección.
La segunda vuelta será una nueva elección que será conducida por los intereses de la agroindustria, de las transnacionales de la minería y del petróleo y por la banca, todos unidos en una poderosa frente única disponiendo de todo el dinero del mundo.
Inseguridad Jurídica
La inseguridad jurídica llegó a las alturas. ¿Cómo creer en la Lava Jato después de todas las revelaciones hechas por The Intercept? Está más que comprobado el armado de un complot judicial-militar para dejar el ex presidente Lula, del PT, fuera del pleito presidencial de 2018. Aquello no ha sido una elección. Fue una operación de inteligencia del comando de las fuerzas armadas para la captura del poder.
Vale recordar que el fiscal Rodrigo Janot ingresó al Ministerio Público en septiembre de 2013 y permaneció cuatro años en la Lava Jato. Los documentos con que inició las investigaciones fueron suministrados por el departamento de Justicia de los Estados Unidos. ¿Cuántas veces el juez Janot y el fiscal Moro fueran a Washington en esos cuatro años?
Con la salida de Janot entró Raquel Dodge. Nada cambió con relación a la inseguridad jurídica reinante. No hay democracia ni economía que sobreviva sin seguridad jurídica. Salió Raquel ingresó Augusto Aras, sin haber sido indicado por el Ministerio Público. Fue nombrado por el Palacio del Planalto por ser evangélico y jurar amor eterno al gobierno de ocupación.
La oposición intenta rearticularse para contener el desmonte del Estado. En el Congreso lanzaron el Frente de Defensa de la Soberanía Nacional, con Roberto Requião, ex senador del MDB de Paraná, como presidente de honor, y el diputado Patrus Ananias, del PT como secretario general. La iniciativa, sin embargo, no mereció atención de los medios.
Vea también:
(In)Justicia
Eliane Cantanhêde, editorialista del diario Estado de São Paulo, dice que la Lava Jato es un Titanic, es decir, un barco a la deriva naufragando. Con eso, crece el supremo ministro Gilmar Mendes, el único que enfrentó y sigue enfrentando Janot, Sergio Moro y Dallagnol.
Toda esa locura se debe adicionar a la índole asesina que cunde por el país. Un presidente que trata como héroe a un torturador, manifiesta abiertamente disposición de asesinar a los opositores y manda matar “bandidos”. No hay que se sorprender, por lo tanto, que un gobernador de estado salga a volar de helicóptero ametrallando personas, un procurador adentre armado en la corte suprema y la policía mate niños a tiros en el paroxismo de la inhumanidad.
Mientras todo eso ocurre, la Federación de los Petroleros denunció la entrega, a precio de banano, de trece áreas del Pré-Sal que deberían ser de Petrobras para financiar el desarrollo del país. La media notició el hecho aprobando la entrega.
Vea la nueva situación:
El Pré-Sal ya está en las manos de las grandes corporaciones transnacionales del petróleo, como la BP británica, la Total francesa, la Shell holandesa, la Gulf y la Standard Oil de los Estados Unidos.
¿Creen ustedes que esas empresas concordaron en devolver ese petróleo que un día fue brasileño? Lo que ellos obtuvieron gratis no lo van a entregar jamás. ¿Además, quien es que tiene el poder de hacerlas volver? Las corporaciones no van a permitir que las elecciones puedan significar cualquier tipo de riesgo para sus intereses.
Solamente el pueblo en rebeldía puede revertir esa situación y recuperar las riquezas nacionales.
*Periodista editor de Diálogos del Sur.